jueves, 18 de diciembre de 2014


El lado oscuro de George Lucas: las humillaciones de Darth Vader
Con motivo del tráiler del nuevo episodio de Star Wars, George Lucas dejó unas declaraciones que evidencian su nula implicación con la actual saga. «No sé nada sobre eso, aún no lo he visto», confesó el director de 70 años cuando fue preguntado sobre el avance en Page Six, sección del diario «The New York Post».
 Si bien hace un año Jett, hijo de George, admitió que su padre estaba «destrozado» por la venta de los derechos a Disney, la buena sintonía del director californiano con J. J. Abrams maquilló las tensiones por un tiempo. Ahora Lucas, que en los últimos años se ha convertido en el objetivo de las críticas más ingratas de los aficionados «galácticos», extravía su habitual tono diplomático y promete dar guerra a la mínima ocasión que le pregunten por el film.  
El aspecto más oscuro del director, productor y guionista de la saga de Star Wars vuelve a salir a la luz y trae a la memoria su comportamiento más despótico: las repetidas humillaciones hacia el actor de Darth Vader.
Bajo la máscara más célebre de la historia del cine -a medio camino entre un samurái y una escafandra de buzo gótico- se encontraba David Prowse, un antiguo campeón de halterofilia que se valió de su físico para conseguir varios papeles en los años 70. Entre ellos estaba el de matón en «La naranja mecánica», de Stanley Kubrick, varias actuaciones como el monstruo de Frankenstein y el de villano de negra armadura en Star Wars. George Lucas decidió elegir a Prowse por su constitución física (2 metros de altura y 118 kg de peso) y por ser británico, las primeras películas fueron rodadas en un estudio del Reino Unido, pero decidió prescindir de su voz en el montaje final.
Según declaró más tarde Prowse, el actor no supo que su voz había sido sustituida por la de James Earl Jones hasta la misma sesión de estreno de la película. Al parecer, el director californiano buscaba una voz grave, «oscura», y nunca tuvo intención de usar la del actor inglés que en el rodaje era apodado como «Darth Farmer» («el granjero oscuro») debido a su acento del oeste de Inglaterra. Lucas solo le quería por su cuerpo.
La humillación de enterarse en el estreno quebró para siempre la relación entre el actor y el director, que años después acusaría al inglés de «bocazas» por contar a la prensa detalles sobre la trama de las películas. Pero el californiano todavía tenía reservado un agravio final para Darth Vader. En el sexto episodio, «El Retorno del Jedi», Lucas mostró la cara del villano ya redimido de sus pecados. Y bajo la máscara no apareció «Darth Farmer», sino el actor también inglés Sebastian Lewis Shaw. 
La breve aparición del actor y dramaturgo, con más de 65 años de experiencia en los teatros, se mantuvo en secreto y pocos miembros del reparto conocieron la identidad de Vader hasta el estreno. Además, aunque la escena donde le quitan la máscara a Shaw dura sólo dos minutos y siete segundos e incluye menos de 24 palabras de diálogo, el actor recibió la fama del personaje y más correos de seguidores que por ningún otro papel de su carrera. En una segunda escena sin dialogo, Shaw aparece de fondo como un fantasma junto a Yoda y Ben Kenobi (Alec Guinness).
Paradójicamente, como si el papel de sith redimido conllevara más miserias que alegrías, Sebastian Shaw fue remplazado en la escena final de la reedición de 2004 por el actor Hayden Christensen, la versión de Anakin antes de convertirse Darth Vader. Con este cambio, Lucas pretendió atar la precuela y la trilogía original juntas en una de las decisiones más criticadas por los aficionados de Star Wars.
Sin cobrar los beneficios del sexto episodio
Mientras Lucas editaba y reeditaba a su antojo, David Prowse aceptó aparecer en un documental titulado «The People Versus George Lucas» dirigido por Alexandre O. Philips en el año 2010. Su participación, donde contaba que se sintió ninguneado y humillado durante el rodaje, costó caro al actor inglés que desde hace cuatro años está vetado en las convenciones oficiales de «La guerra de las galaxias».
Entre sus declaraciones, Prowse denunció que casi cuatro décadas después del estreno de «El retorno del Jedi» sigue sin cobrar parte del dinero pactado con LucasFilm. En concreto, se trata del porcentaje de la recaudación en taquilla que, según George Lucas, no se pudo abonar puesto que no hubo beneficios. No en vano, la película con un presupuesto de 32 millones de euros recaudó unos 475 millones de dólares en 1983. Si Prowse y el resto de actores no recibieron su parte fue por la contabilidad creativa de los productores que hicieron que el saldo fuera oficialmente negativo.
Desde su participación en la saga, David Prowse se apartó del mundo del cine, dedicándose a hacer campañas de seguridad vial (encarnaba al popular personaje inglés «Green Cross Code Man») y obras beneficias, lo que le valió recibir la Orden del Imperio Británico en el año 2000. No obstante, su situación económica nunca ha sido buena y su salud ha pasado por graves dificultades. La mayor parte de su vida Prowse ha sufrido de artritis. Los primeros síntomas se manifestaron cuando contaba trece años, aunque parecieron desaparecer mientras se dedicó a la halterofilia profesional. En 2001, su brazo izquierdo quedó paralizado y poco después también su brazo derecho
A estos problemas hay que añadir un cáncer de próstata que superó en 2009 y, recientemente, un proceso de demencia. «No me importaba lo que fuera, me habría encantado hacer algo en la nueva entrega, incluso aunque solo fuera un cameo. Pero ahora probablemente olvidaría mis diálogos», admitió el interprete de 79 años durante una entrevista concedida a «The Mirror» hace pocas semanas. En cualquier caso, el inglés es uno de los pocos actores de la trilogía original todavía vivos que no ha recibido ninguna oferta para participar en la nueva saga.
(FUE)

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